Por: Consuelo Ahumada
Profesora Universidad Externado de Colombia, miembro de número de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas. Integrante del Comité Ejecutivo del Partido de Trabajo de Colombia.
La lucha histórica de las mujeres por sus derechos y reivindicaciones más sentidas, en el marco de una sociedad profundamente patriarcal y machista, ha tenido en Colombia avances incuestionables, en especial en lo que respecta a la legislación. Sin embargo, es conveniente analizar las enormes dificultades, resultantes de la situación actual, que el movimiento de mujeres debe afrontar.
Empecemos por destacar que a escasos meses de terminar la segunda década del siglo XXI, en el mundo predomina la extrema derecha con su agenda política, económica, social y cultural regresiva. Han tomado cada vez más fuerza las políticas excluyentes de todo tipo, en favor de los grandes negocios de las finanzas y el sector privado y de la concentración del ingreso y de la propiedad. Más que en ningún otro momento de las últimas décadas, estas políticas buscan minimizar el papel redistributivo del Estado, perseguir y atropellar a la creciente población de inmigrantes, incentivar la guerra, romper la legalidad internacional y desconocer realidades tan imperiosas como el cambio climático y el riesgo que representa para la supervivencia misma de la humanidad. Aunque las condiciones son difíciles para las luchas sociales y para las causas que desafían el orden vigente, la resistencia global a estas políticas también crece, en medio de una fuerte polarización social.
Un componente central de ese modelo basado en el fundamentalismo del mercado es el pensamiento oscurantista que resurge y se impone para tratar de legitimar las políticas predominantes y se expresa en el menosprecio y agresión a los sectores que históricamente han sido oprimidos y rezagados. No solo se busca resolver las crisis económicas golpeando a quienes viven del trabajo o tratan de hacerlo, sino también reprimir a quienes luchan por las causas más diversas y se oponen a todo tipo de discriminaciones de género, étnica, racial o religiosa.