“Si la humanidad ha de tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente”, concluía Eric Hobsbawm en el párrafo final de su extraordinario libro sobre la historia del siglo XX (1998: 576). Se refería al problema del cambio climático y la anunciada catástrofe ecológica que hoy empieza a cumplirse. Así mismo, a los agudos conflictos por la creciente desigualdad social y el abismo entre países ricos y pobres que el reinado del neoliberalismo a partir de las dos últimas décadas del siglo pasado ha llevado a extremos insospechados.
Ambos fenómenos, resultantes de un capitalismo desregulado y voraz, conducen a crisis mundiales paralelas – la ambiental y la social -- difíciles de afrontar por un sistema internacional dominado por Estados Unidos y un puñado de grandes Estados, hoy al servicio de la oligarquía financiera transnacional.
Enviado por maodogo en 11 Septiembre, 2017 - 22:04
Los ciclones tropicales son como motores gigantes que usan aire cálido y húmedo como combustible. Por eso se forman sólo sobre océanos de agua templada, cerca del ecuador. El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos aire cerca de la superficie. Otra forma de decir lo mismo es que el aire cálido se eleva causando un área de menor presión de aire cerca del océano.
El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este "nuevo" aire se torna cálido y h&aucute;medo y también se eleva. En la medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie.
Las tormentas que se forman al norte del ecuador giran en sentido contrario a las manecillas del reloj. Las tormentas al sur del ecuador, giran en el sentido de las manecillas del reloj. Esta diferencia se debe a que la
Tierra gira sobre su eje.
Al girar el sistema de tormenta cada vez más rápido, se forma un ojo en el centro. En el ojo todo es muy tranquilo y claro, con una presión de aire muy baja. El aire de presión alta superior baja hacia el interior del ojo.
Sección transversal de un ciclón tropical
El condado Harris en Texas cuenta con 4,5 millones de habitantes. Un tercio de su superficie está hundida en las aguas como consecuencia del paso del ciclón Harvey. La ciudad de Houston parece un archipiélago de islotes en medio de un inmenso pantano de agua embarrada. En algunos barrios, las aguas han llegado hasta el primer piso de las casas. Hay que lamentar 22 muertes, pero este número no será definitivo mientras las aguas no se retiren. Decenas de miles de personas están sin abrigo. Los daños materiales son enormes, mucha gente se ha arruinado, sobre todo entre las capas modestas.
Violencia creciente de los ciclones
Los ciclones se forman en el océano en las regiones tropicales. Su fuerza, la velocidad a la que esta fuerza crece y la cantidad de agua que acarrean son tres variables que están en función de la evaporación de la superficie del mar, por tanto, de la temperatura del agua. En el Golfo de México, a finales del verano, el agua está más de un grado Celsius más caliente hoy que hace treinta años. Los ciclones tienden por tanto a ser más violentos y a reforzarse más rápidamente. Ahora bien, cuanto más violentos son, más capaces son de succionar grandes cantidades de agua y transportarlas a la atmósfera (que también está más húmeda debido al calentamiento).
Harvey ilustra desgraciadamente la tendencia al reforzamiento de los ciclones. La velocidad de sus puntos de viento ha aumentado al menos 55 km/h en un período de 24 horas (Harvey es por tanto un ciclón de fuerza 4 en la escala de Saffir-Simpson, que llega hasta 5). El viernes pasó muy rápidamente de 96 a 193 km/h antes de alcanzar los 210 km/h. La cantidad de agua lanzada es aterradora: más de 120 centímetros de agua han caído en algunos días sobre la región de Houston. Y no ha acabado. Ahora la afectada es Luisiana.
Bogotá -Los pies de Daniel Pineda están adoloridos. Su cuerpo ya está cansado. Pero su espíritu se mantiene inalterable en la convicción que lo ha llevado durante seis días por una caminata solitaria por las rutas de Colombia y que lo han convertido en una suerte de Forrest Gump.
La vida de Daniel tomo un giro con la enfermedad de su esposa y junto a ella dieron inicio a lo que hoy se conoce como "Movimiento Colombia Sin Asbesto". Hace unos meses el hombre perdió a su mujer tras un cáncer relacionado con el asbesto y desde entonces no solo ha debido cuidar a su pequeña hija de cuatro años, sino que decidió intensificar la campaña para detener las irreparables consecuencias que el asbesto está generando de manera silenciosa entre los colombianos.
“El objetivo de esta caminata es que los colombianos no sigan muriendo por causa del asbesto. Ya perdí al amor de mi vida, pero ella ha sido el motor de esta campaña que no detendré hasta que se prohíba el asbesto. Somos de los pocos países en el mundo en donde todavía se permite el uso y comercialización del asbesto. Eso tiene que terminar”, dice Daniel en el día final de su caminata.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 120.000 personas mueren cada año en el mundo producto de los efectos cancerígenos relacionados con el asbesto. En Colombia, mientras tanto, y según el Instituto Nacional de Cancerología, se estima que la sustancia mata a más 320 colombianos cada año.
¿Qué sienten las plantas? ¿Se comunican? ¿Son seres inteligentes? Stefano Mancuso, el neurobiólogo que más las ha estudiado, nos abre la puerta al mundo secreto y desconocido de un reino que ha permanecido invisible mucho tiempo, a pesar de proporcionarnos oxígeno, comida, energía y medicamentos: el vegetal.
Durante miles de años, las plantas han estado condenadas a través del imaginario colectivo a un rol fundamentalmente pasivo. Han permanecido invisibles ante nuestros ojos, y no han sido consideradas en toda su complejidad. Por eso, Stefano Mancuso (Italia, 1965), director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal de la Universidad de Florencia (Italia) y una de las máximas autoridades mundiales en neurobiología vegetal, ha dedicado toda su carrera científica a desmitificar nuestra visión de las plantas.
Convertido en abanderado mundial del reino vegetal, Mancuso, que acaba de publicar su libro Plant Revolution (editorial Giunti), sostiene que las plantas son seres inteligentes con capacidades sensoriales mucho más sofisticadas que cualquiera de los seres vivos del planeta y defiende su forma de inteligencia distribuida, que imitan sistemas como internet.
Aunque ninguna planta fue transportada en el Arca de Noé para salvaguardar al mundo según el relato bíblico –dice el neurobiólogo en una famosa charla TED–, las plantas son la base de la alimentación de una gran parte del reino animal y proporcionan oxígeno, energía y medicamentos, entre otros. El científico argumenta que las plantas constituyen más del 90% de las formas de vida de la Tierra, pero durante mucho tiempo se ha ignorado el increíble aprendizaje que ofrecen.
19 de abril de 2017.- Greenpeace manifestó su apoyo y solidaridad con la comunidad de Jericó Antioquia, que rechazó nuevamente la instalación ilegítima de la minera Anglogold Ashanti en el suroeste antioqueño.
“Las actividades de la empresa implican un peligro serio para las fuentes hídricas de la región y en especial para el río Cauca y sus afluentes; el Estado debe garantizar el derecho a un ambiente sano y al agua potable de los habitantes” señaló Silvia Gomez, coordinadora de Greenpeace en Colombia.
Desde el año 2008, estas comunidades ven afectado su territorio por las 110 perforaciones que ya realizó la empresa y por ese motivo se oponen a las 16 plataformas previstas para este año y el próximo.
“Anglogold Ashanti debe retirarse de Antioquia y el Estado colombiano debe hacer cumplir la normativa para garantizar los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política. De acuerdo a lo establecido por la Corte Constitucional los municipios deben ser consultados frente al desarrollo de este tipo de proyectos que generan alto impacto en el territorio”, dijo Gomez.
Recientemente los pobladores del municipio de Cajamarca se manifestaron en un 97 % en contra del desarrollo de los proyectos mineros en la región, un antecedente en línea con los reclamos de las comunidades de Antioquia y con la necesidad de priorizar el interés general de la sociedad frente al interés particular de las empresas y la locomotora minera.
Barcelona - Los métodos de producción y desecho de los teléfonos inteligentes durante los últimos diez años han causado un gran impacto en nuestro planeta, según un informe que Greenpeace Estados Unidos publicó hoy. El documento muestra que se han utilizado aproximadamente 968 teravatios (TWh) para fabricar teléfonos inteligentes desde 2007 hasta la actualidad, casi el equivalente a un año de suministro de energía para la India. Además, los dispositivos contribuyen significativamente a las 50 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos que se espera que se generen en 2017.
"Lo que sucedió el año pasado cuando Samsung retiró del mercado 4.3 millones de teléfonos defectuosos [1] demostró lo derrochador e insostenible que es el sistema. Los ciclos de diseño y producción acelerados pueden llevar a errores y fallas, además de provocar un gran impacto ambiental ", dijo Jude Lee, miembro del equipo de campañas de Greenpeace Asia Oriental. "Samsung todavía no hizo público qué hará con estos dispositivos. Si la compañía quiere asegurar que esto no se repetirá, debe liderar un cambio en el sector tecnológico y avanzar hacia un sistema en el que los teléfonos sean más fácilmente reparados, reutilizados y reciclados ".
El informe de Greenpeace Estados Unidos, De inteligente a sin sentido: El impacto global de diez años de teléfonos inteligentes, ofrece una visión general sobre el creciente uso de la telefonía celular en todo el mundo desde el lanzamiento del primer iPhone en 2007 y su impacto a nuestro planeta [2] . Algunos de los hallazgos clave son:
Recicladores, recolectores, carreros, cirujas, pepenadores, catadores do lixo… en cada ciudad de América Latina reciben un nombre diferente. En definitiva, personas que han hecho de la basura su profesión.
Incluso en las ciudades en los que la gestión de residuos se establece de manera organizada, teniendo en cuenta los derechos de los trabajadores, la recogida de basura es un empleo no siempre bien considerado, en muchos casos denostado y que, en ciertos países, delimita la línea entre la pobreza y la miseria.
Los trabajadores informales del reciclaje son una realidad en la mayoría de las ciudades latinoamericanas, en las que en muchos casos no existe ningún tipo de conciencia de qué es el reciclaje. A la basura va lo que ya no sirve, lo que sobra o está en mal estado, lo malo. La historia de La Concepción es la de decenas de familias de recicladores, que viven en su lugar de trabajo: un basurero.
Las bolsas de plástico son probablemente, de los enemigos plásticos del medio ambiente, el más conocido y con el que la ciudadanía, poco a poco, ha ido tomando conciencia. Hace tiempo que nos hemos acostumbrado a que se cobren las bolsas de plásticos en las grandes superficies. Pero se siguen dando gratuitamente en todo tipo de comercios. Desde la farmacia pasando por la ferretería, la gasolinera, la librería, la panadería, la tienda de ropa…
Son estas bolsas menos gruesas, conocidas como “bolsas ligeras” (de grosor inferior a 50 micras), las que suponen el grueso del consumo tanto en España como en la UE y son además las que menos se reutilizan, por lo que se convierten casi de forma inmediata en un residuo tras unos pocos minutos de uso.
De hecho, las usamos una media de 15 minutos y, con suerte, quedarán 50 años en el medio ambiente si las condiciones de luz y temperatura son las adecuadas para ese plazo. Si queda enterrada en el campo, flotando en el agua o atrapada en el lecho marino los tiempos pueden ser mayores. Un precio demasiado alto para un objeto totalmente innecesario.
Para agravar aún más la situación, estas bolsas son además las que menos se reciclan, y con una previsión de aumento en su consumo, los océanos, ríos y campos ahogados en plásticos piden a gritos que se tomen medidas ya.